jueves, 8 de octubre de 2015

¡Me acojo a la 5ª enmienda!

Cuántas veces hemos visto en películas norteamericanas la famosa frase de los juicios: "Me acojo a la 5ª enmienda". No me apetece buscar en Google de qué iba. Sé que obtendría 100 billones de resultados en 0,8 segundos. Pero no es eso a lo que iba.

A lo que voy, es a que los americanos han enmendado su Constitución en varias ocasiones, adaptándose a los nuevos tiempos. Los franceses, incluso, han derogado constituciones enteras y ya van por nosécuantas repúblicas. (Tampoco me apetece buscarlo en Google)

Ahora nos toca a nosotros, a los españoles. Llevo años anhelando una reforma profunda de la Constitución, que nos devuelva al Siglo XXI, que nos saque del anclaje del 78. Que nos libere de nuestros miedos y congojas y nos lleve a mirarnos a la cara unos a otros y después mirar juntos hacia el futuro.

Nunca había visto tan cerca la reforma constitucional como ahora. Porque casi todos los partidos la han mencionado. Y parece obvio que toca afrontarla. Estoy convencido de que si no se ha llevado a cabo en esta legislatura pasada ha sido -además de por el lento y cansino movimiento de Rajoy- por aquello de que "en tiempo de crisis no hacer mudanza".

Pero ya llega la hora de hacer una reforma profunda, de recuperar la aniquilada separación de poderes que Alfonso Guerra se encargó de secuestrar matando a Montesquieu. De reorganizar el Estado para eliminar duplicidades, de darle funciones al Senado, de centralizar algunas competencias que deben ser exclusivas del Estado para hacer iguales a todos los españoles. Y un largo etcétera.

Son, en fin, muchas cosas las que hay que cambiar. Y si mi olfato no me falla -el olfato de la inteligencia, que del otro no me fío- huelo que estamos cerca. Ojalá no me equivoque. Por el bien de España y de los españoles. Como si de una empresa se tratase, el Plan Estratégico del 78 está cumplido. Ahora vamos a por el de 2016, que será bueno, seguro. Excelente, créanme.

2 comentarios:

  1. Yo también creo que no es que urja una reforma, es que urge una constitución nueva. Yo, que soy mayor que tú y que entonces ya tenía edad para enterarme de cosas, puedo afirmar que la España de 1978 es muy, pero que muy distinta a la de 2015. En diciembre de 2008, con motivo del 30 aniversario de la constitución un periódico me encargó un artículo sobre el asunto. El eje de ese texto fue reclamar que había que cambiarla y el argumento fue que, en aquel entonces (hace ahora 7 años) más de 2 de cada 3 españoles de 2008 NO contaban con 18 años en diciembre de 1978 o, directamente, no habían nacido todavía. O, diho de otra manera, únicamente a un tercio de los españoles de 2008 (hoy por ley de vida serán menos) se les había consultado sobre la Constitución. Y,yo ya me pronuncio; a mí esta Constitución nunca me ha gustado... pero no he tenido oportunidad de pronunciarme sobre ella.
    Eso sí, acato que está en vigor y por consiguiente exijo que se cumpla... Y en la actualidad exijo, señor Rajoy, que se cumpla el artículo 8 y el artículo 155, que para eso están en la Constitución, si pasa lo que los independentistas catalanes han anunciado que esperan llevar a cabo en los próximos 18 meses.

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  2. Excelente argumento, querido lector. Vamos en la misma dirección. Y coincidimos que en 2008 todo se veía de color de rosas, pero 7 años después nos hemos dado cuenta de que los mimbres con los que contábamos para hacer frente a la crisis eran muy blandos. Y urge una reforma profunda o una nueva Constitución, que para el caso será lo mismo.

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