viernes, 8 de noviembre de 2019

El CIS y su 'Efecto Llamada'

Dicen que la demoscopia es una ciencia y a la vez un instrumento de marketing. Yo diría más bien que es un instrumento político. Sobre todo cuando quien mueve los hilos es José Félix Tezanos y la encuesta la realiza el CIS.

Hay una cosa clara: en política el votante suele mover su intención de voto por verse en la apuesta a caballo ganador. Y la encuesta publicada hoy martes tiene una clara intención de presentar al PSOE como caballo ganador y movilizar a un electorado de izquierdas que se ha podido sumir en el desánimo en los últimos meses.

Otra de las intenciones puede ser la movilización de alguno de los bloques ante una llamada de atención de la encuesta. En este caso, puede tratarse de una movilización de los votantes de izquierda (PSOE) o de centro izquierda (Cs) ante la subida del bloque de centro derecha (PP) o, sobre todo, de la derecha (VOX). Quizá ahí esté la principal intención o 'efecto llamada' de esta encuesta recientemente publicada.

Sea cual fuere la intención, el CIS es un instrumento de manipulación. Los servicios públicos han de estar donde no llega la iniciativa privada a cubrir las necesidades básicas de la ciudadanía (sanidad, educación...) y este, claramente, no es el caso, pues ya tenemos encuestas de todas las clases y colores, y el gasto público en esta iniciativa es claramente un gasto superfluo. De esos que nos podríamos ahorrar y destinar a mejorar los servicios públicos y las pensiones.

miércoles, 23 de octubre de 2019

Pobres y ricos, ¿hablamos de recuperación?

Analizando algunos datos de la economía española se llegan a unas conclusiones que distan de lo que esperábamos o de lo que el imaginario común nos pretende hacer ver.

Desde hace, más o menos, tres años, se nos ha vendido una recuperación económica que, al menos en algunos datos macroeconómicos, no es tal. Comenzando por los salarios y las condiciones de vida de mucha gente.

Estos últimos días han llamado mi atención dos noticias relevantes. La primera, que la mitad de los españoles viven al día, y no puede hacer frente a los imprevistos por carecer de ahorros. Además, el 26% vive en el umbral de la pobreza.

Unido a la anterior, leo que en los últimos 5 años, el salario medio en España ha aumentado un 1,1%, lo que deriva en una pérdida de poder de compra por las subidas de los precios. Vamos, que los salarios han subido en 5 años menos que el IPC, el coste de la vida. Además, la subida se centra en el 10% que más gana, mientras que el común de asalariados ve disminuir en mayor medida su poder de compra. Leo también que los sueldos de los consejos de administración han subido un 1,1% en 2019...

Entonces, ¿podemos hablar realmente de una recuperación? Es verdad que el desempleo ha bajado, pero el común de los mortales vive peor. Y las perspectivas no son halagüeñas. Ya hemos dicho muchas veces que la recuperación desde 2011 se ha basado en un aumento espectacular de la deuda pública, hasta el 100% del PIB. Y eso, con intereses, hay que devolverlo. en esta generación y en las futuras.

Además, por último, leo que la Comisión Europea da un varapalo a España porque la reducción del déficit público y de la deuda pública no están a la altura de lo esperado. Vamos, que ni el Gobierno hace los deberes.

Al final, un pequeño análisis: la ultraizquierda de Podemos ha acertado en el diagnóstico, porque los ricos son más ricos (el PIB crece, pero se centra en riqueza de los empresarios y en subidas de salarios de altos ejecutivos) y los pobres son más pobres. Pero yerra en su solución, que nunca podrá venir por más gasto público social, más déficit y más deuda, que impedirán la inversión en infraestructura y en Investigación y Desarrollo, fuentes del futuro crecimiento.

Adjunto los enlaces a las noticias que he mencionado. Conviene echarles un vistazo rápido.

https://www.20minutos.es/noticia/3802754/0/mitad-personas-espana-vive-limite-posibilidades-economicas-no-imprevistos-pobreza/

https://www.elmundo.es/economia/macroeconomia/2019/10/22/5dadd8cc21efa0190b8b464a.html

https://www.elmundo.es/economia/empresas/2019/10/15/5da5df1f21efa0860d8b45fc.html

https://www.elmundo.es/economia/macroeconomia/2019/10/22/5daeb699fdddff537d8b4638.html


miércoles, 16 de octubre de 2019

¿Liberales?

Parece que el término liberal se ha adaptado en los días que corren como una especie de sinónimo del centro político. Cuando un partido no es socialdemócrata ni conservador, se denomina liberal. Es lo que ocurre hoy en día con Ciudadanos (Cs) y otros partidos de corte similar en el ámbito europeo.

No quiero poner yo el modelo a seguir de un partido liberal. Líbreme Dios. Pero sí me gustaría recordar algunos postulados que deberían al menos atisbarse en su programa político.

Por lo pronto, una rebaja de impuestos que se corresponda con una rebaja del gasto público. Lo primero lo suelen proponer los partidos que se denominan liberales. Lo segundo es casi imposible. Resulta impopular y nadie lo propone. Al final, gastarán lo mismo que haya gastado el partido socialdemócrata que gobernó en la legislatura anterior.

Liberalización de servicios: de momento no consta ninguna propuesta de calado de liberalizar o privatizar algunos servicios públicos, como la Sanidad, con la consiguiente mejora en la calidad del servicio y el ahorro de costes para el contribuyente. También resultaría muy impopular.

Reforma del mercado de trabajo y las pensiones: cuanto más flexible sea el mercado de trabajo más empleo se creará y menos para habrá. No lo digo yo, lo dicen los números, como el 2% de tasa de paro de Japón, el 3% de EEUU o el 5% de Canadá. Y sobre las pensiones, avanzar hacia un sistema de capitalización individual, que haga corresponsable al ciudadano. Papá Estado no puede ser nuestro Gran Hermano.

En definitiva, reducir el tamaño del Estado. No puede ser un gran Leviatán que se encargue de nuestra sanidad, nuestra educación, nuestro dinero, nuestra familia, nuestra pensión, nuestras vacaciones... Porque, aunque no lo veamos de inmediato, acabará de ese modo con nuestra libertad.

martes, 15 de octubre de 2019

La bola de nieve y la chispa del incendio

Cada día que pasa recibimos en los medios de comunicación un nuevo aviso preocupante sobre el devenir de la economía española y también de la mundial. Hoy es que el FMI alerta sobre el Boom de la deuda empresarial. Pueden leerla en los medios de este pasado jueves 10. Algunas agencias de rating ya van llamando la atención, como ha hecho Fitch con OHL.

La economía no es un ciencia exacta. Muchas leyes se cumplen de manera inexorable, pero otras veces algunos factores explican mejor la situación. A veces, las "sensaciones" de los mercados o el "miedo escénico" llevan a una determinada situación. Un ejemplo claro fue la caída del Banco Popular.

En los últimos días, las malas noticias son un goteo incesante. Es una bola de nieve que va engordando y puede acabar con la fase de crecimiento de buena parte de las economías occidentales, entre ellas la española. El miedo provocado por los malos augurios puede hacer precipitar la crisis. De momento, la ministra Calviño ya se ve obligada a hacer cambiar en la previsión de crecimiento para España.

¿Qué hace falta para que se precipiten los acontecimientos? Una chispa que dispare el incendio. En 2008, fue la caída de Lehman Brothers. Aunque ya habían caído Fanny Mae y Freddy Mac, dos grandes financieras estadounidenses, la caída de Lehman, un gigante de alcance mundial, fue la chispa para generar una crisis financiera y económica sin precedentes en nuestro país, que duró al menos hasta 2014.

¿Qué puede ocurrir hoy en día? No lo sabemos. Quizá alguna tecnológica, quizá algún banco... De momento todas las señales dan la voz de alarma y el miedo se va haciendo grande como una bola de nieve. Esperemos que la chispa detonante tarde lo más posible en llegar.

Foto: Ministerio de Economía

miércoles, 2 de octubre de 2019

VOX y el Senado

VOX acaba de anunciar que se presenta al Senado con un solo candidato en cada circunscripción, para así aglutinar el voto y ganar la mayoría en el Senado.

Con esta propuesta, sugiere que los votantes de VOX den los otros dos votos al PP en cada circunscripción. Y espera que el PP sugiera lo mismo a sus votantes.

Qué quieren que les diga. Yo no lo veo factible. No por VOX, sin duda, sino por el PP. La cortedad de miras del Partido Popular hizo que incluso el 1+1+1 (que sugería a los votantes que dieran un voto a VOX, otro al PP y otro a Cs) fuera denostado y criticado en las pasadas elecciones de abril. Incluso llegó a lanzar al prestigioso sociólogo Narciso Michavila a los medios para decir que era falso (qué decepción, Narciso, que no conocieras el reglamento electoral del Senado).

El PP no quería ceder ni un voto, para intentar ganar los máximos posibles. Pero el Senado es otra liga. No funciona igual que el Congreso. Cada senador tiene un recuento particular de votos. Y claro, el PP se quedó sin muchos senadores, allí donde los tres senadores del PSOE recabaron más votos.

Si el PP hubiera propuesto a sus votantes el 1+1+1, ahora tendría casi los mismos senadores que al final ganó, pero Cs y VOX tendrían muchos más -ganados al PSOE, no al PP- y se contaría con una mayoría de centro y derecha en el Senado. Esperemos que para las próximas elecciones el PP tome nota de su error.

martes, 1 de octubre de 2019

Recortes y deuda pública

Hoy hemos conocido el último dato sobre la deuda pública española. Y casi no es ni noticia: se mantiene en el 99% del PIB, unos 1,2 billones de euros (sí, billones con b, de los europeos).

Después de haberla rebajado por debajo del 98%, volvemos a las andadas: el mayor gasto de los "viernes sociales" de Pedro Sánchez no se ha compensado con una subida de ingresos, porque al no haber PGE no se han podido aprobar nuevos impuestos.

Siento ser cansino, porque lo he dicho en muchas ocasiones, pero no me resisto a repetirlo. La única manera de reducir la deuda pública es reduciendo el gasto público. Pero reduciéndolo de verdad. En la cifra total.

Porque muchos hablaban de los recortes de Rajoy. En seguida demostraré que no fueron tales. En España el único recorte del gasto público se hizo en los PGE de 2011, que aprobó en su último año ZP, después de reformar la Constitución obligado por la Troika -a cambio del rescate financiero-.

La necesidad de la recuperación económica llevó a ZP y a Rajoy a aumentar la deuda pública, desde el 40% al 70% del PIB en el caso de ZP y del 70% al 100% del PIB en el caso de Rajoy.

Y una vez que ha llegado la recuperación, nadie se preocupa de reducir la deuda, por lo que nos quedamos sin instrumentos para afrontar la siguiente crisis.

¿Por qué nadie quiere reducir deuda? Por la visión cortoplacista de los políticos. Reducir deuda no da votos. Aumentar el gasto público, sí. Y con esas, les dejo con este gráfico que muestra la inexistencia de recortes, ya sea en el Gasto general de los PGE ya sea en el gasto corriente, el que paga los servicios públicos del día a día. Saquen ustedes conclusiones.



Ah, sólo un pequeño apunte. Si en sus hogares no llegan a fin de mes, intenten llegar aumentando su deuda indefinidamente. A ver qué ocurre. Mañana me cuentan.

jueves, 19 de septiembre de 2019

Propaganda en el buzón

Se está poniendo de moda, desde hace algunas convocatorias electorales, rellenar un formulario en el INE para evitar que los partidos políticos te envíen propaganda e inunden el buzón de tu casa con sus propuestas y sus papeletas.

Loable iniciativa, sin duda, motivada por el afán ahorrador de muchos españoles a los que nos 'duele' la cartera. Si bien es una gran iniciativa y todo suma, creo que esta iniciativa podrá conseguir poco ahorro, en comparación con el coste de unas elecciones generales.

Porque -vayamos al meollo de la cuestión- los comicios nos cuestan a los españoles la friolera de 138 millones de euros. ¿Se imaginan que nos toca el bote de un sorteo de Euromillones? Nos ponemos a soñar y se nos van las horas pensando en la cantidad de cosas buenas que seríamos capaces de hacer con 138 millones.

Pero los políticos no piensan lo mismo. Animados por unas encuestas del CIS, -que, por cierto, también pagamos todos- deciden llevar otra vez a los españoles a las urnas para, quizá sin saberlo a ciencia cierta, salir reforzados en escaños y votos.

Así que ellos no hacen su trabajo -llevan desde el 28 de abril sin dar palo al agua- y encima nos hacen gastarnos 138 millones. El premio gordo, el bote, gastado en papel, urnas y recuentos para esos que no han hecho bien su trabajo. Esto no es España. España no se merece esto. Con la de cosas que haría un español de bien con 138 millones...

martes, 23 de julio de 2019

Hacienda ya no somos todos

Leo con preocupación que Hacienda ha iniciado una caza de brujas con las fiestas de los pueblos, las bodas y los colegios concertados. Que conste que soy partidario de pagar impuestos. Los justos, eso sí. Sin pasarse.

Las empresas han de pagar sus impuestos, sobre todo las grandes. Parece que las grandes tecnológicas, facturando en Irlanda, se saltan esto a la torera. Porque ver a Google pagando un Impuesto de Sociedades de 6 millones, como si fuera una mediana constructora, es de risa... Algunos estudios dicen que factura en España unos 1.000 millones, pero a través de terceros países o paraísos fiscales.

Cualquier empresa debe pagar impuestos, también los salones de bodas. Pero, señores, montar un chiringuito en la fiesta del pueblo no es una empresa. Lo suelen hacer los jóvenes para pagarse las copas y la gasolina de la moto.

Y lo de los colegios concertados, que no pueden cobrar escolaridad porque los salarios de los profesores los paga la autonomía de turno, pues es también para ponerse a pensar. Porque muchos de los donativos que pagan los padres son para pagar la luz, el agua o el gas.

El fondo de la cuestión está, digámoslo claramente, en la voracidad recaudatoria de Hacienda, impuesta desde los tiempos de Cristóbal Montoro, ese ministro del PP que se consideraba socialdemócrata de toda la vida. (Sic.)

El que Hacienda suelte los perros contra el humilde ciudadano, el pequeño contribuyente, es síntoma de que a los grandes no se les puede hincar el diente. Y esa Hacienda de la que todos nos debemos sentir responsables, como bien nos hizo creer Carlos Solchaga, no puede ser una caza y captura al ciudadano de a pie, que disfruta de las fiestas de los pueblos, sobre todo en agosto...

Los españoles gastamos mucho

Según el Banco de España, los españoles gastamos mucho. Y por encima de nuestras posibilidades. Leo esto y comienzo a indagar, y a buscar noticias de las últimas semanas o meses.

Lo que surge llama poderosamente la atención. Quizá lo voy viendo de manera un poco deslavazada, pero al final las ideas van encajando y empieza el puzzle a tener un sentido.

Veo que la recomendación del Banco de España es de subir los salarios, porque la tasa de ahorro está por los suelos. Y algunas voces socialistas empiezan a decir que hay que aumentar la natalidad, caso de Fernández Marugán -Defensor del Pueblo- o de Octavio Granado -SE de Seg.Social-.

Por otra parte, veo que el número de millonarios españoles se ha disparado durante la crisis, según CapGemini. Y leo que los empresarios piden más de 250.000 inmigrantes para realizar los trabajos que no quieren los españoles, -supongo que por los bajos salarios- y para mantener las pensiones.

Entonces empieza a cuadrar todo: hay más millonarios, hay salarios bajos, las pensiones peligran, pero necesitamos inmigrantes. ¿Vas ustedes captando a dónde quiero llegar?

Necesitamos salarios más altos; que los trabajos se dignifiquen. Que no todo sea explotar al trabajador; que no tengan que venir los inmigrantes -con salarios miserables- a salvar las pensiones con unas cotizaciones pírricas.

La ecuación cuadraría si los millonarios renunciaran a serlo de manera rápida -renunciando a la cultura del pelotazo-, si se subieran los salarios y se subiera la media española, estancada desde hace años, y la moda estadística no fuera de 15.000 euros. Si los españoles pudieran tener hijos sin mirar tanto el bolsillo.

Sé que lo que pido es un brindis al sol. Pero mi visión de la Justicia Social, expresada de manera contundente por la Doctrina Social de la Iglesia, me exige poner este reto encima de la mesa.

martes, 16 de julio de 2019

El PIB y la paradoja

Leemos en las páginas de El Español que, pese a la falta de gobierno y la paralización política del país, las previsiones de la Comisión Europea para la economía española son halagüeñas, y mejoran en dos décimas las anteriores previsiones. Así, España crecerá -según la CE- un 2,3% este año y el 1,9% el año que viene.

Podría parecer paradójico que la paralización política conllevara una mejora de las previsiones económicas. Hay muchos proyectos que no acaban de concretarse por la ausencia de un gobierno nacional o de varios gobiernos autonómicos y la incertidumbre suele ser mala compañera de viaje.

Además, en un país como España, cuya economía depende en gran medida de la inversión extranjera y del capital proveniente de exportaciones y turistas, la inestabilidad no otorga un marco de confianza para los capitales extranjeros.

La explicación a la paradoja podría venir de la mano del liberalismo, que sostiene que cuanto menos intervencionismo por parte del estado, mejor para la economía, para el capital y, en general, para el bolsillo de los contribuyentes.

Así las cosas, entre un Gobierno socialista -con o sin ayuda de Podemos- y un desgobierno, la economía elige desgobierno. Cuanta menos mano meta el Ejecutivo en las finanzas de las empresas y los ciudadanos, mucho mejor.

Gonzalo Niederleytner

viernes, 12 de julio de 2019

El doble juego

Lo que estamos viviendo estos días en la política española es de las cosas más tristes que podemos vivir. ¿Por qué?, se preguntarán. -Siempre ha sido así, me podrían decir.

La verdad es que la política no es un juego, aunque tantas veces se hable del juego de la política. Y me explico: una cosa es el acuerdo a futuro, el "do ut des" o el "ponme aquí y quítame de allá", con el que los políticos de toda clase han llegado a acuerdos imposibles a lo largo de nuestra corta historia democrática.

Pero en las semanas que llevamos desde las elecciones generales de abril o las autonómicas y municipales de mayo está sacando a la luz la espeluznante cortedad de miras de los políticos españoles. Y no me refiero a que no sepan negociar en el juego político, sino a que todos miran por el bien de su partido, o de su rédito político, sin mirar ni un ápice por los intereses de los españoles.

El PSOE y el PP están dejando pasar el tiempo, sabedores de que unas nuevas elecciones beneficiarán el bipartidismo y les llevarán a sacar mejores resultados en una nueva cita con las urnas.

Ciudadanos está atado de pies y manos por los supuestos apoyos franceses de Macron (o la masonería, vaya usted a saber) y no quiere ni negociar con VOX ni llegar a acuerdos de gobernabilidad que hagan palpables sus resultados electorales, muy por debajo de lo esperado.

VOX no quiere quedar como el tonto útil del PP y Cs, y no quiere que los gobiernos se formen sin su beneplácito, porque sus votantes podrán echarle en cara haberse vendido de manera facilona, como en Andalucía.

Y Podemos, que quiere entrar en el Gobierno, sabedor de que puede ser la única manera de salvarse de una debacle en las urnas, cosa que pronto se producirá.

En fin, todos jugando al juego político... y, los unos por los otros, la casa sin barrer. España, sin Gobierno, las autonomías, sin capacidad de tomar medidas de calado. Las empresas, a la espera de mejores momentos y la bolsa, que ni sube ni baja ni todo lo contrario.

Podemos jugar al juego de la política o podemos jugar a ponernos de perfil e intentar que nadie nos vea. Así, que llegue el verano y nos vayamos todos a la playa a respirar aire fresco y se quede toda la tarea para septiembre. Pero... ojo, el buen estudiante no deja las cosas para septiembre. Y España pagará cara la desidia de los políticos en los últimos tres meses.